En una zona comercial que se remonta a la Edad
Media, junto a la plaza mayor, se erigió a principios del siglo pasado lo que en la actualidad se conoce como El Mercado de San Miguel.
Recomendable tanto para hacer el vermut, como para tapear, merendar o simplemente pasear.
En el mercado se suceden una gran cantidad de paradas (hay varias de ellas que darían para una entrada) en las cuales podréis degustar desde unas ostras "regadas" con cava, hasta comer una buena hamburguesa de carne de kobe, pasando por unas sabrosas gambas a la plancha, montaditos de mojama, pulgas de jamón de jabugo.
Más que recomendaros una parada en concreto, prácticamente todas valen la pena, os recomendamos que os deis primero un paseo por su interior y luego probéis las tapas o montaditos de aquellas paradas que más os hayan llamado la atención.
La verdad es que no es un lugar barato, aunque podéis encontrar alguna parada con buenos montaditos a euro, siempre que vamos a Madrid nunca faltamos a nuestra cita con el mercado.
Comentaros que dentro del mercado hay diferentes zonas de barra y sillas donde podréis comer la selección de tapas y bebida que hayáis realizado.
Ah, no olvidéis llevar alguno de los tickets de compra si queréis visitar los lavabos sin tener que pagar por ello.
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